Considerar al ambiente en forma
integral, es decir, lo natural y lo construido, no sólo los aspectos naturales,
sino los tecnológicos, sociales, económicos, políticos, morales, culturales,
históricos y estéticos.
Asumir un enfoque interdisciplinario
para el tratamiento de la dimensión ambiental, que se inspira en el contenido
específico de cada disciplina para posibilitar una perspectiva holística y
equilibrada.
Tratar la temática ambiental desde lo
particular a lo general tiene como finalidad que los estudiantes se formen una
idea de las condiciones ambientales de otras áreas, que identifiquen las
condiciones que prevalecen en las distintas regiones geográficas y políticas,
además de que reflexionen sobre las dimensiones mundiales del problema
ambiental para que los sujetos sociales se involucren en los diferentes niveles
de participación y responsabilidad.
Otro principio orientador hace énfasis
en la complejidad de los problemas ambientales, por lo cual es necesario
desarrollar el pensamiento crítico y las habilidades para resolverlos. Promover el conocimiento, la habilidad
para solucionar problemas, la clasificación de valores, la investigación y la
evaluación de situaciones, en los estudiantes en formación, cuyo interés
especial sea la sensibilización ambiental para aprender sobre la propia
comunidad.
Capacitar a los alumnos para que
desempeñen un papel en la planificación de sus experiencias de aprendizaje y
darles la oportunidad de tomar decisiones y aceptar sus consecuencias.
Evaluar las implicaciones ambientales
en proyectos de desarrollo.
Insistir en la necesidad de
cooperación local, nacional e internacional, para la prevención y la solución
de los problemas ambientales.